The Sky Crawlers (Mamoru Oshii) [Reseña]


Sky Crawlers narra la historia de un grupo de pilotos llamados Kildrens, creados genéticamente para nunca envejecer y sólo morir en el cielo. Sin un pasado, sin un futuro, dedican sus vidas a luchar en una absurda guerra creada para el entretenimiento, porque los humanos no pueden creer en la paz si no ven un muerto en las noticias cada mañana. En medio de esa situación nacerán los sentimientos entre Kannami Yuichi y Kusanagi Suito, piloto y comandante. Él es un maestro en el combate, le importa poco su condición de kildren. Ella sólo quiere escapar de esa pesadilla.



El a veces odiado Mamoru Oshii (convertido en leyenda desde que estrenó Ghost In The Shell) realizó esta película no para que nos entretengamos con grandes batallas aéreas o nos riamos con buenas bromas, es más bien para que acompañemos a estos pilotos en un momento de sus eternas vidas y aprendamos de ellos lo que podamos aprender, deduzcamos lo que podamos deducir y disfrutemos lo que podamos disfrutar. Depende mucho de quien la mire, por eso es que no creo que Sky Crawlers le guste a todos, menos a quien no sea fan de Ghost In The Shell o Lain, porque aunque no tenga tanta carga filosófica, sí mantiene grandes similitudes en cuanto al ritmo. Como dije, es una película de acompañamiento. Vamos con los protagonistas a bares, prostíbulos, los bolos, y desde luego, al cielo, pero todo con una lentitud y frialdad que puede desesperar a muchos. Yo lo vi traducido al español latino (supongo que el hecho de estar distribuida por la Warner ayudó a su rápido doblaje), y aun así no pude evitar quedarme dormido por momentos. No me imagino verla con subtítulos.


Claro que no es una mala película, esa frialdad y lentitud no es un defecto, es así como lo planteó su director. He visto casi todas las obras de Oshii y a él no le gusta darle al espectador todo masticado, prefiere hacer que piense, que participe en la historia. Y es innegable la calidad de Sky Crawlers a nivel técnico, muy semejante a Ghost In The Shell 2, mezclando animación tradicional con CGI, una para ilustrar el suelo y la otra para el cielo. En fin, hay que darle una oportunidad a esta película, tanto por la animación como por su marcado mensaje antibélico. Si no eres fan de Mamoru Oshii o de las tramas demasiado complejas, no importa, igual dale un visionado, seguro que algo interesante hallarás.

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