Reviviendo traumas con la PS2 [Videojuegos]

Porque en la noche de año nuevo nadie duerme temprano, por tradición, ni siquiera yo, fui al ropero de los objetos que nadie usa y de entre la tonelada de ropa apolillada saqué mi inmortal PS2. Estuve toda la madrugada recordando viejos juegos. Y también viejos traumas...


Matrix. Hubo un tiempo en mi torpe adolescencia en la que estaba obsesionado con el maldito Matrix. Hasta salía a la calle vestido de negro en pleno sol. Y por supuesto, cuando se anunció el juego, tenía que comprarlo. Y lo compré. EN ORIGINAL. Llegué a casa todo ilusionado después de haber visto los avances y los carteles publicitarios, y me di de cara con la triste realidad de haber gastado mis ahorros en el que aún hoy es uno de los  mayores fiascos de la historia de los videojuegos.


Llantas cuadradas. LLANTAS CUADRADAS. En el 2003, el mismo año en que se lanzó Max Payne 2, Manhunt, Forbidden Siren... llantas cuadradas. ¿Cómo mierrrrrrrrrrcoles Atari y los mismísimos hermanos Wachowski pudieron darle su sello de aprobación a algo tan mal hecho? El tiempo una vez más fue el principal enemigo. Enter The Matrix tenía que salir al mercado unos días después de estrenada Matrix Reloaded, supuestamente para servir de complemento a la película, y eso provocó que los programadores trabajaran a toda velocidad y pasaran por alto una serie de problemas tanto de gráficos como de jugabilidad, 

Y aunque en posteriores versiones repararon lo de las llantas y otros errores, eso no cambió el hecho de que el juego se hacía terriblemente monótono a partir del segundo nivel y que el final era... el trailer de Matrix Revolutions. No, no había un jefe final o una mega batalla, solo era el trailer y chau. La peor estafa.


Tomb Raider. Le guardo mucho cariño a Tomb Raider, principalmente porque hubo un tiempo en que tenía una computadora tan vieja que los únicos juegos que corrían ahí eran los de Lara Croft. Y en honor a eso, cuando al fin pude conseguir una máquina mejor equipada, uno de los primeros juegos que probé fue... 


Tomb Raider: The Angel of Darkness. Y sí, fue otro gran fiasco. La misma historia es una ridiculez total: Lara es acusada de un asesinato que no cometió y no encuentra mejor solución que salir a matar a todo el mundo hasta hallar al verdadero culpable. Y todo empeoraba cuando te dabas cuenta de que en vez de visitar paises exóticos y templos malditos, tenías que escalar discotecas y pasear por museos. A eso se le sumaba una jugabilidad paupérrima con la que te pasabas más tiempo cayendo y tropezando que jugando. 


Según comentaron los desarrolladores tiempo después. la misma EIDOS había presionado para que el juego saliese rápido a fin de cumplir sus objetivos financieros, por lo que muchos niveles fueron eliminados o recortados, creando vacíos en la historia y dando el resultado mediocre que conocemos. Y se suponía que The Angel of Darkness iba a ser el inicio de una nueva saga. Lástima.


Pero en medio de la noche también hice un descubrimiento interesante, un juego que no me había tomado el tiempo de revisar, se trata de GODHAND, cuya portada deja bien en claro de qué va. Solo tienes que ir partiendo cráneos en un mundo post-apocalítico plagado de demonios y pandillas que parecen salidas de Mad Max. Muy simple y por eso mismo muy efectivo. Recomendado para los nostálgicos de la PS2.


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