American Crime Story: The People v. O.J. Simpson


Hace tiempo que tenía pendiente esta serie, y la dejaba ahí, posponiendo y posponiendo, más que nada porque yo, al igual que la mayoría de personas que no crecimos en los Estados Unidos, solo conocía a  O.J. Simpson por las películas de ¿Y dónde está el policía?.  Me dijeron que había un drama muy bueno sobre un juicio que había tenido y yo respondí "Meh". Pero me equivoqué, y se equivocaron los que me recomendaron esta serie, porque no solo se trata de un drama, ES UNA MALDITA MASACRE.



A ver, tenemos a dos fiscales, Marcia y Darden (Sarah Paulson y Sterling K. Brown en actuaciones impecables), ambos muy buenos, muy creyentes en la ley y con hambre de justicia, a quienes se les entrega la misión de llevar a la cárcel (y si se puede, a la silla eléctrica) a O.J. Simpson (Cuba Gooding Jr. recordándonos que ganó un Oscar), leyenda deportiva, actor de cine e ídolo para la comunidad afroamericana, a quien se le acusa de haber asesinado a cuchilladas a su ex esposa y un amigo de esta. Todas las pruebas apuntan hacia él, literalmente hay un rastro de sangre que lleva desde la escena del crimen hasta su cama, y por si fuera poco, antes que entregarse a la policía, se le da por huir y armar un alboroto en las calles de Los Ángeles. Imposible salvar a este hombre, piensa la mayoría, y vemos a los fiscales preparando el caso entre sonrisitas y palmadas al hombro, se sienten ganadores, no cuentan con que O.J. es lo suficientemente poderoso como para reunir al "Dream Team" el equipo de abogados más caro de Hollywood, un grupo viejos tiburones de la abogacía que están dispuestos a incendiar la ciudad y comenzar un guerra racial con tal de liberar a su cliente, no porque lo consideren inocente, no, eso les importa un rábano, solo quieren aumentar sus credenciales, ver sus caras en revistas, salir en televisión. Porque esto es así, A NADIE LE IMPORTA LA VERDAD en este juicio, excepto a la Fiscalía y a los familiares de los difuntos.

Y tú sabes, tú sabes que cuando te enfrentas a alguien que no sigue las mismas reglas por las que tú te guías, lo único que queda es ponerte a su nivel o patear el tablero e irte. Pero nada de eso es una opción para nuestros fiscales, quienes solo pueden seguir adelante, confiando en las pruebas, confiando en la ley, confiando en el jurado, confiando demasiado en general, su principal error, y sí, ES UNA MALDITA MASACRE, los tiburones se los comen vivos, sin contemplación, sin misericordia, cada capítulo es una prueba y un testigo siendo devorado frente a los ojos de Marcia y Darden sin que ninguno de los dos pueda hacer nada al respecto, y su sufrimiento, es un sufrimiento que comparten con el espectador, porque tú sabes que O.J. es culpable, esperas que se le castigue, esperas que el bien triunfe contra el mal, pero también sabes que esta es una historia real, y en la vida real no hay finales felices, la justicia tarda mucho, y a veces nunca llega.

¿Ganó O.J.? ¿Ganó alguien en esta historia? No, nadie ganó.

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