Amanece en Litchfield después de una noche intensa y el mundo al fin se ha enterado de la revuelta, las cámaras llegan a las ventanas y Flaca y Maritza las aprovechan al máximo. Mientras tanto, las cosas para Judy King van de mal en peor. Las nazis la subastan como esclava y termina bajo el cruel de mandato de Cindy. Pero Taystee tiene otros planes para ella: en vista de lo popular que es, quiere convertirla en la vocera principal de cárcel y que cuente ante la prensa todas las atrocidades que se viven dentro. Janae se opone a esta decisión, pues sería una farsa, ya que Judy siempre fue una reclusa en una reclusa en una posición privilegiada (al menos antes de ser esclavizada). Esto le hace recordar cuando de adolescente acudió de visita a una escuela de niños ricos y el darse cuenta de las diferencias sociales le hizo perder la fe en el mundo.
Ya en la puerta de la cárcel, Taystee recapacita a último momento y es ella quien da el discurso pidiendo justicia para su amiga. Del otro lado, Angie y Leanne encuentran al oficial Charlie "Rosquillas" Coates escondido en una lavadora, obligando a Pennsatucky a tomar una decisión extrema para salvarlo, le roba el arma a Angie y se le entrega al guardia para que huya sin problemas.
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