Bob Esponja, una serie animada que la mayoría recuerda por su humor estrafalario y a veces excesivamente tonto, de vez en cuando, en sus mejores épocas, sorprendía con algunas bromas que estaban muy, muy lejos de ser infantiles, eran críticas crueles a la sociedad, que si bien daban risa, si las pensabas un poco más, llegaban a ser deprimentes. Por ejemplo, en el episodio "Pagando condena" veíamos a la señora Puff, profesora de manejo de Bob Esponja, yendo a la cárcel, obviamente, por culpa del inútil de su estudiante, y cuando él va a rescatarla, ella dice que no, que no quiere volver, que es más feliz ahí dentro que fuera.
Es entonces que llega esta pequeña joya de la televisión, una secuencia de apenas unos segundos que te golpea como patada de mula y te hace preguntarte... ¿De verdad eres libre?
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