Amanece un nuevo día en Ozark y... Ok no, esta vez nos toca regresar a Chicago, diez años en el pasado, cuando el señor Del Río acude a la oficina de Marty por una consulta financiera y queda asombrado por su habilidad con los número, por lo que le propone unirse a su negocio. Marty, quien ya sabe que Del Río no es exactamente el vendedor de cerámicas que dice ser, no está seguro de aceptar el trabajo, pero acepta que le pague unas vacaciones con Wendy, quien no puede superar el accidente de tránsito que le causó la pérdida del que iba a ser su tercer hijo. Estando lejos de la ciudad, relajados, ambos esposos hablan con sinceridad sobre lo de lavar dinero para la mafia y a Wendy, sorprendentemente, no le parece una mala idea. Marty busca a Del Río y le dice que sí, entonces el narco llama a su antiguo contador y lo "despide" arrancándole los ojos.
Por ahí también tenemos al agente Petty, quien por aquel entonces se sentía muy frustrado en su trabajo, pues el FBI solo concentraba esfuerzos en encontrar posibles amenazas terroristas, dejando el narcotráfrico de lado. Por si no fuera suficiente, también debe hacerse cargo de su madre, una mujer enferma y adicta a las drogas. Esto nos deja en claro que su lucha contra el cartel es también algo personal.
Comentarios
Publicar un comentario
Comenta libremente y te responderé OuO/