American Horror Story: Roanoke [Capítulo 10: El Fin]

Llegamos al final de la sexta temporada de American Horror Story, y nos damos con la sorpresa de que Lee ha quedado libre de todos los cargos por asesinato que pesaban sobre ellas, pues los miembros del jurado consideraron que el haber sido torturada por la familia Polk la llevó a la locura. Y con respecto al asesinato de Mason, a pesar de que su propia hija declaró haberla visto matando a su padre con una piedra, dicho testimonio queda invalidado en cuanto la niña menciona a su amiga fantasma con la que se había escapado.

La libertad para Lee no tiene mucho valor realmente, Flora no está bajo su custodia y no quiere saber nada de ella, es por eso que decide aceptar una entrevista con Lana Winters, personaje sobreviviente de la segunda temporada, para ver si puede mandarle un mensaje a su hija, pero las cosas no van como lo imaginaba y en medio de la transmisión no solo se entera de que Flora ha desaparecido otra vez, sino que también llega Lot, el último Polk con vida, para intentar acabar con ella. Intentar, porque la policía se lo baja de unos disparos después de que Lana lo mantiene entretenido un rato, demostrando que todavía sabe lidiar con asesinos.

Lo siguiente que vemos es un programa llamado "Cazadores de Espíritus" donde un grupo de idiotas se meten a filmar a la maldita casa de Roanoke sin permiso y en plena luna sangrienta. La gente nunca aprende, caray. Los fantasmas se los cargan sin misericordia. La única que sobrevive es Lee, quien viajó hasta ahí otra vez buscando a su hija, y cuando al fin la encuentra, la policía rodea la casa pensando que ella se ha vuelto loca y tiene rehenes.

Por más que le ruega, Flora no quiere dejar ese lugar, le preocupa su amiga fantasma y quiere convertirse en un espectro maldito ella también para poder cuidarla. Lee comprende que no hay forma de hacerla cambiar de idea y decide tomar una decisión drástica. ¿Dormirla de un golpe y llevársela? No, Lee le prende fuego a la casa y se queda ahí en lugar de su hija, para siempre.

Flora se aleja en un auto de la policía, y lo último que vemos es tan prometedor que lamento que no tenga continuación: los peregrinos de Roanoke llegando en manada para enfrentarse a la policía.