Y el día de ayer se hizo viral un video de una obstetra en Huancayo que aprovechó un taller sobre psicoprofilaxis para predicar las sandeces que le enseñaron en su iglesia, brutalidades tales como que las mujeres no deben dirigir un hogar porque son demasiado emocionales, que el matriarcado y los gays son el principal peligro para la familia, y que solo la Biblia nos puede enseñar lo que es moral y lo que no. Una digna representante del movimiento "Con Mis Hijos No Te Metas":
Esto me recuerda la vez en que fui a un psicólogo en un hospital estatal y el tipo resultó también ser cristiano evangélico. Y no solo NO ME AYUDÓ EN NADA, sino que al terminar la consulta, me pidió que oráramos juntos, a lo que yo respondí "No, gracias, no creo en eso". Pero el sujeto igual se puso a orar y yo por respeto tuve que quedarme a presenciar eso. Ridículo.
¿Pero por qué un profesional de la salud (o alguien que se supone que es un profesional) utiliza su trabajo para esta clase de prácticas que deberían quedarse en su ámbito privado o en su iglesia? Bueno, si alguna vez fuiste a un culto evangélico, sabrás que los pastores siempre SIEMPRE están animando a sus ovejas a que hablen de Dios en todos los ámbitos en cualquier momento, aunque sea el menos adecuado. Eso los ha llevado a meterse en problemas, ciertamente, no solo aquí, sino en muchas partes del mundo. De ahí salen películas como "Dios no está muerto 2" en donde los cristianos se retratan a sí mismos como gente perseguida y que ya no pueden ejercer su derecho a "dar a conocer a Jesús":
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