Reseña de Find Your Voice (2020) con Andy Lau

Y bueno, que el otro día estaba buscando qué ver y me encontré con una película hongkonesa llamada Find Your Voice que me llamó mucho la atención por su poster principal: Andy Lau con las manos en alto dirigiendo un coro, pero con el coro a sus espaldas y mirando a otro lado, ¿Qué demonios significa eso?

Bueno, la historia trata sobre un prestigiosísimo director de coro (el señor Lau, obvio) que regresa a Hong Kong luego de años viviendo en Estados Unidos para ayudar a un amigo a formar un grupo de canto especialmente dedicado a jóvenes estudiantes que están atravesando por distintas dificultades. Por ejemplo, tenemos a un niño que roba para ayudar económicamente a su madre, a una chica que se autolesiona cada vez que sufre una ruptura amorosa, a un chico que proviene de un hogar violento, a una niña autista que vive completamente desconectada del resto de sus compañeros, a una cosplayer qué trata de seguir haciendo sus costosos trajes pese a que su familia vive hundida en la pobreza, etc. Asuntos de suma gravedad que en la película son desarrollados de forma superficial y ridícula o de plano no son desarrollados en forma alguna.

Verás, el maestro Andy toma la clase y entrena a los muchachos al estilo Miyagi, es decir, que les manda a limpiar el aula donde estudian, les ata los pies a todos y les pide correr cierta distancia sin caerse, les venda los ojos y les ordena que se busquen entre sí guiándose solamente por el sonido de sus voces, etc. Todo esto les enseña disciplina, trabajo en equipo, sí, pero los problemas de los muchachos van mucho más allá y la película no sabe como lidiar con eso.

Por ejemplo, la chica que se autolesiona sufre otra ruptura y entra en crisis, entonces Andy le dice que mejor deje de andar buscando chicos y aprenda a amarse a sí misma. Y listo, ya está, la chica reflexiona y nunca más se vuelve a hablar del tema. Así de simple. ¿Terapia? ¿Psicólogos? ¿Para qué? Andy Lau te resuelve un problema más rápido que la Rosa de Guadalupe.

¿La chica autista? PUES DE UN MOMENTO A OTRO COMIENZA A HABLAR CON SUS COMPAÑEROS como si nada, como si el autismo fuera una cosa de timidez que se quita con el tiempo. Nuevamente, Andy Lau de Guadalupe.

¿Y el chico del hogar violento? Pues sigue en su hogar destrozado, eso no cambia, Andy Lau le da unas palabras de apoyo pero eso no cambia su condición. Lo mismo para la chica del cosplay, que sigue haciendo cosplay y sigue siendo pobre, pero con los consejitos de Andy Lau.

Así que al final todos los problemas de los muchachos se resuelven solos o no se resuelven nunca y la música termina quedando como algo secundario, sin importancia, que solo sirve para distraerte mientras el mundo sigue siendo un lugar horrible.

¿Pero sabes qué realmente termina por arruinar esta película? Su falta de humor. El director, un tal Adrian Kwan, está convencido de que está dirigiendo un dramón al nivel de La lista de Schindler y no deja que haya ni un solo momento de humor entre el profesor y sus estudiantes. Andy Lau les da consejos en ciertos momentos clave, sí, pero de ahí se convierte en un tempano de hielo y trata a sus pupilos con total frialdad. Así es bastante difícil sentir algo de simpatía por el protagonista.

Y ya para terminar, la película cierra con la apoteosis, el colmo del melodrama innecesario. Andy les dice a sus estudiantes que debe regresar a Estados Unidos y ellos deben dar su gran concierto sin su maestro. Pero Andy los acompaña en espíritu y desde el aeropuerto mira la transmisión del concierto y se pone a llorar como Magdalena y a mecer sus manitos para dizque dirigir el coro a la distancia.

Es una escena exageradamente dramática y que se nota hecha con la firme intención de sacarle alguna lágrima al público cueste lo que cueste. Hasta me puedo imaginar al director gritando detrás de cámara "¡Pero llora más Andy, llora más!". Y al final el efecto resulta ser el contrario, la escena da risa.

Pero bueno, el profesor se va para enfrentar un juicio que tenía pendiente en Estados Unidos, no sabemos lo que le vaya a pasar, tampoco sabemos qué vaya a pasarles a sus estudiantes, quienes siguen viviendo en situación de riesgo por mucho que hayan aprendido a cantar bonito. Esta película no concluye absolutamente nada.

Y esa es mi reseña de Find Your Voice. Normalmente me gustan los musicales, pero este no hay forma de que lo recomiende. Mejor vean Les Choristes o School of Rock, de argumento similar pero con un acabado muy MUY superior.


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