Mi paso por la FIL Lima 2015

Es curioso, llevo años asistiendo a la Feria del Libro de Lima, pero esta es la primera ocasión en que de verdad compro libros ahí.


Es que normalmente solo anotaba los títulos que más me atraían y luego los buscaba en descarga por internet otro lado. Sin embargo, siempre hay títulos difíciles de hallar pirateados, especialmente cuando se trata de literatura peruana contemporánea, por eso mi búsqueda se centró en ese tipo de libros. Claro, no sin antes babear frente a la biblioteca de Stephen King...


Y alucinar con algunas colecciones de mangas:


Yo sí tengo mangas originales, pero la mayoría son one-shots o no pasan de los tres tomos. No me alcanzaría ni el espacio de la billetera para todo Fullmetal Alchemist.

Y ahora sí, las compras.

Primero, Loreto de Fernando Ampuero, una novela corta, muy corta, hasta podría considerarse un cuento, narra la historia de amor entre un muchacho con un talento natural para el manejo de armas y la hermana menor del líder de una de las pandillas más peligrosas del Jirón Loreto. Lo acabé en un par de horas y la verdad es que me quedé con ganas de seguir adentrándome en ese submundo criminal chalaco que se nota que el autor conoce bastante bien.


El otro libro sigue también la temática de la violencia, pero esta vez escarbando mucho más hondo en las heridas, Bioy de Diego Trelles Paz nos cuenta dos historias paralelas, en una, ubicada en los años del terrorismo, vemos a un soldado novato siendo obligado a torturar a una mujer como forma de "iniciación", en la otra nos encontramos a principios del nuevo milenio, con un agente de inteligencia intentando ganarse la confianza de una banda de narcotraficantes para poder llegar al jefe máximo. Recién voy tres capítulos y es un texto brutal. Espero que no decaiga.

Por cierto, aquí hay un corto basado en este libro:



Ah, se me olvidaba, parece que tengo una especie de magnetismo que hace que me caigan cosas del cielo, hace unos años iba caminando por la avenida, unos trabajadores de Edelnor estaban arreglando un poste de luz y... ¡Zuazzzz! que me cae un cable eléctrico de cinco centímetros de grosor en plena cabeza; y ahora en la Feria del Libro... ME CAYÓ EL TECHO:


Tuve suerte de que solo fuera tecnopor. De haber sido una lámina de metal, ahora estaría escribiendo con una sola mano.

Y bueno, ese fue mi paso por la FIL Lima 2015.

El otro año espero regresar y llevarme un motín mucho más grande. Hablaos OuO/

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