Un mendigo con una escopeta [Grandes momentos del cine]


Un viejo vagabundo sin nombre llega a una ciudad carente de ley en la que los asesinatos, los asaltos y las drogas se han vuelto parte de la vida diaria, y harto de ver tanta sangre de inocentes inundando las calles, decidirá impartir justicia con sus propias manos, un casquillo de escopeta a la vez. Y ya casi llegando al final de su batalla, sabiendo que quizás no regrese de este último encuentro, se acerca a unos niños recién nacidos en un hospital y les dice...



"Hace mucho tiempo yo era uno de ustedes. Nuevo y perfecto. Sin errores, sin arrepentimientos. La gente los mira y piensa en lo maravilloso que será su futuro. Ellos quieren que sean algo especial... como un doctor o un abogado. Odio tener que decirles esto, pero si crecen aquí, es más probable que terminen vendiendo sus cuerpos en las calles o inyectándose droga con agujas sucias en alguna parada de autobús. Y si son exitosos, será porque hacen dinero vendiendo veneno a los drogadictos. Y no pensarán dos veces antes de matar a la esposa de alguien, porque ni siquiera sabrán qué hay de malo en eso, en primer lugar. O quizás... terminarán igual que yo... ¡Un mendigo con una escopeta! Espero que puedan hacerlo mejor. Son el futuro." 

Hobo With A Shotgun es una de mis películas favoritas de todos los tiempos, incluso teniendo sus defectos (un inicio leeeeeeento), la actuación de Rutger Hauer (especialmente en ese monólogo) y escenas tan brillantes como el ataque de La Plaga, hacen que esta obra destaque y merezca ser recordada como un digno homenaje al cine de explotación setentero.



Por cierto, el origen de esta película data de un trailer falso presentado durante Grindhouse, el proyecto doble de Robert Rodriguez y Quentin Tarantino. Y su director, Jason Eisener, ya está preparando su nuevo film, una historia de terror submarino.

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