La mejor película de Ricky Tosso que nunca verás


Hace tiempo que quería comentarles de esta película y creo que no hay mejor momento que este, porque como saben, el actor y comediante Ricky Tosso partió a mejor vida y a lo largo de la semana en diversos canales se han estado dando especiales sobre su vida y carrera, pero muy pocos, por no decir ninguno, ha mencionado a Muero por Muriel ¿Cual? ¿Qué? ¿Donde? Pues se trata de una de mis películas peruanas favoritas de todos los tiempos y en donde Ricky Tosso daba la mejor interpretación de su carrera, pero que muy probablemente nunca hayas visto y mucho más probablemente nunca la vayas a ver jamás ¿Por qué? Bueno...



Porque resulta que Muero por Muriel es también una de las producciones nacionales más maltratadas de la historia. Basta decir que su producción inició el año 2000, se filmó recién cuatro años después y de ahí estuvo acumulando polvo en una estantería por tres años más hasta que por fin llegó a las salas el año 2007, casi sin ningún tipo de publicidad, con casi todo el elenco viviendo en el extranjero y sin ningún interés de volver para el estreno (de hecho, el único que llegó a dar una entrevista para Cinescape fue precisamente Ricky Tosso), y el mismísimo director (Augusto Cabada, quien era en realidad el guionista pero tuvo que ponerse detrás de las cámaras porque el director original se dio a la fuga) mandando una carta a los medios contando el infierno que fue el rodaje y las razones por las que ni siquiera sentía esta cinta como realmente suya. Por si fuera poco, Iguana Producciones, la casa realizadora (quienes muchos recordarán por novelas noventeras como Torbellino, Obsesión, Travesuras del Corazón...) desapareció poco tiempo después y hasta el día de hoy nadie sabe donde demonios quedó la copia original de Muero por Muriel.



Si yo la vi fue porque alguien la filmó ilegalmente en el cine y luego la distribuyó por el mercado pirata. Se veía realmente mal, pero aún así pude disfrutar de una de esas historias que atrapan y no sueltan. Todo comenzaba con Félix (Salvador del Solar), un escritor de telenovelas, conociendo a una chica hermosa en un bar (Andrea Montenegro en su mejor época) y teniendo una noche de pasión con ella, solo para que a la mañana siguiente le estalle la cabeza al descubrir que esa mujer era Muriel, la esposa de su viejo amigo Bernie (Diego Bertie más loco que nunca). A partir de ahí ambos comienzan un juego del gato y el ratón, viéndose clandestinamente, siempre con el miedo de que Bernie los atrape y les haga algo (porque como ya mencioné, estaba más loco que una cabra, en una de las mejores escenas, por ejemplo, está cenando con sus amigos, de lo más normal, y comienza a contar cómo se defendió de un asaltante en Estados Unidos y saca una pistola y se la pone en la cara a Félix solo para enseñarle lo rápido de sus movimientos), hasta que Andrea Montenegro ya no puede más con la tensión y... lo mata.



A partir de ahí ocurre algo completamente inesperado, una genialidad muy arriesgada y muy poco vista en el cine peruano: la película cambia de protagonista. Es en serio, una hora de metraje y retrocedemos en el tiempo para ver la misma historia que nos acaban de contar pero desde el punto de vista de Oso (Ricky Tosso dándolo todo), un detective alcohólico, pobre, antisocial, recién divorciado, expulsado de la policía... una piltrafa humana, a quien Bernie contrata para que espíe a su esposa y averigüe si le está engañando. Pero a medida que avanza su investigación, Oso se va obsesionando con Muriel, al punto de que cuando ella por fin mata a Bernie, él usa las pruebas que tiene en su contra para obligarla a pasar una noche a su lado. Y obviamente las cosas salen muy mal.



Muriel trata de matarlo cuando está en la cama, le grita un sinfín de cosas denigrantes, lo basurea hasta llegar al fondo de su alma, y el Oso... llora. WEBON LLORA y suelta uno de los monólogos más sublimes de la historia del cine nacional:
Mi mujer me dejó, ya está con otro, no tengo plata, no tengo chamba, todo era una mierda, hasta que se apareció tu marido, me pagó para que te chequeara, me encantaba seguirte. Un día me besaste ¿Sabes? Tú ni te acuerdas, pero yo... yo sí sentí algo. Los feos nunca ganan, Muriel. ni haciendo trampa.
Es en este punto donde Muero por Muriel se revela completamente como lo que de verdad es: cine negro puro y duro. El Oso le entrega todo lo filmado a Muriel y la libera de sus ataduras, pero ella, al creer que Felix la engaña con otra, vuelve a buscar a Oso "como amiga" y le pide un pequeño favor: que mate a Felix.



Una vez con el cuerpo de Felix flotando entre los peces, solo queda un cabo suelto en la vida de Muriel. El Oso la descubre con la pistola en mano y sabe que es su turno, siempre lo supo, y le pide como último deseo que toque su canción, "Recuerdos de Una Noche" Los Pasteles Verdes. La cámara se aleja hacia el mar. Y un disparo resuena.

Tanto amor que no puedo explicar, por qué ya no estás aquí, junto a mí, como ayer en mis brazos, mirando al cielo, la oscuridad, y así estoy recordando tu amor...


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