El Exorcista [Capítulo FINAL: Las tres habitaciones]


Llegamos al final de El Exorcista y tal como anuncia el título, este se desarrolla en tres habitaciones. La primera es la sala de la familia Rance, donde Angela, bajo el poder del demonio, tortura a su familia para obligarlos a seguir sus órdenes mientras se realiza el atentado contra el Papa. Es entonces que entra en escena el Padre Tomas, que aunque viene decidido a ayudar, no puede solo contra el poder de su adversario y cae inconsciente en el suelo. Es ahí que Pazuzu entra en su mente y comienza a recordarle todos sus errores y pérdidas para obligarlo a suicidarse. Pero la voz de Casey puede más y ayuda a que el Padre recobre la consciencia y recuerde que todavía hay gente que lo ama y por la que debe luchar. Se pone en pie, y con el poder de su voluntad y de su fe renovada, se dispone a ejecutar el último exorcismo.


La segunda habitación es donde se encuentra oculta Angela, la verdadera Angela, ese pequeño refugio donde el demonio no pudo ingresar, aunque lo intenta una y mil veces, hasta que Angela al fin se harta de esconderse y sale a enfrentarlo de una vez y para siempre. Con sus propias manos lo humilla y sale victoriosa, y aunque termina en silla de ruedas por la violencia con la que reaccionó el maligno, la señora Rance regresa al fin con su familia para vivir la vida tranquila que tanto buscaban.


La tercera habitación es el viejo almacén donde se encuentran atados Marcus y el Padre Bennett. El hermano Simon los tiene atrapados ahí para obligarlos a decidir, si quieren someterse a la "integración" y convertirse en uno de ellos, o morir. Pero como ninguno da su brazo a torcer, hace el rito del "vocare pulvere" y se va a recibir al Papa mientras deja que el polvo demoniaco vuele encima de ellos esperando a que alguno ceda. Bennett, siendo el más herido, tanto física como psicológicamente, es el más propenso a rendirse, por eso Marcus usa su astucia y hace enfadar a Maria Walters para que ella reciba al demonio. Y aprovechando sus convulsiones y la distracción de los guardias, ambos Padres aprovechan para escapar. Marcus acude con las pocas fuerzas que le quedan al desfile papal y acaba con Simon rebanándole el cuello con un crucifijo.


Y así pues, tal como prometieron los realizadores de la serie, El Exorcista tiene un final cerrado, pero al mismo tiempo deja algunas claves para una posible segunda temporada. Por un lado, tenemos a la Maria Walters "integrada" tomando el lugar de Simon y prometiendo nuevos atentados, y por otro, a Marcus y Tomas decididos a enfrentar el mal, sin importar cual sea el coste.


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