Sherlock S04E02: El Detective Mentiroso




Llegamos al segundo capítulo de esta temporada y nos encontramos con nuestros dos héroes viviendo cada cual su propio infierno. Watson no puede sobrellevar la muerte de su esposa, al punto de que todavía la ve y habla con ella, por lo que deja a su hija al cuidado de amigos y busca ayuda de una terapeuta. Sherlock se olvida completamente de sí mismo y se sumerge una vez más en las drogas de alto vuelo, alcanzando un estado en el que ya no puede diferenciar lo que es real de lo que no. 


Un día el detective recibe en su oficina la visita de Faith, la hija del magnate y filántropo Culverton Smith, quien le cuenta de la noche que cambió su vida, cuando su padre se reunió con ella y sus socios más cercanos para contarles un oscuro secreto de su vida y para asegurarse de que ellos no se lo cuenten a nadie más, les inyectó un fármaco que les hizo olvidar sus palabras poco después. El secreto era: "Necesito matar a alguien". Faith lo escribió en un papel para recordarlo, pero no llegó a anotar el nombre de la víctima, y eso era lo que la atormentaba desde hacia tres años.


Si bien Sherlock al principio rechaza el caso, como rechaza a casi todo el mundo, al darse cuenta de que Faith planeaba suicidarse al no encontrar ayuda, decide salir a dar un paseo con ella y hacerla entrar en razón, siempre bajo la atenta mirada de su hermano Mycroft, quien lo vigila con toda la tecnología del gobierno. Y a la mañana siguiente, ya habiendo aceptado ayudar a la mujer, en medio de una nueva crisis de drogas, tiene una visión en la que se da cuenta de la verdad: Smith es un asesino en serie, quizás el más grande que haya existido Inglaterra. Esto hace que se obsesione con el magnate de una manera cada vez más demencial y violenta, hasta que la señora Hudson ya no puede tolerar más verlo así y lo lleva a punta de pistola a ver al doctor Watson en el consultorio psicológico donde se encontraba.


Pero incluso en su desastroso estado, Sherlock había previsto todo, y poco después de su arribo al consultorio, aparece una limusina enviada por Culverton, quien quiere reunirse con él para hacer las pases, pues el detective lo había acusado públicamente de ser un asesino y eso estaba acaparando toda la atención de los medios. Es así que Watson, sin quererlo, termina nuevamente siendo arrastrado dentro de un caso.

La limusina los lleva juntos hacia uno de los hospitales pagados con el dinero del magnate, y este al verlos los lleva a saludar a los niños y dar un recorrido por el lugar, moviéndose como en su casa, hasta llegar a su "habitación favorita", la morgue. Es ahí donde Sherlock le revela que ha llamado a su hija para que lo ayude en su investigación. Pero al pasar ella, resulta no ser la misma mujer que vio Holmes en su oficina. Había sido engañado. Entra nuevamente en crisis, trata de atacar a Smith con un bisturí, pero Watson lo detiene y comienza a golpearlo.


Internado en el hospital, Holmes recibe la visita de Culverton, quien al fin se revela como un asesino y confiesa haber diseñado toda esa zona del hospital para incluir entradas secretas que le permitan matar sin ser visto. Mientras tanto, en la oficina detectivesca, Mycroft y sus hombres revisan todo el lugar buscando aquello que pudo ocasionar la locura de su hermano. Al ver tal interés, Watson deduce que en realidad Sherlock no era el único al que Mycroft había puesto bajo vigilancia, que había alguien más, un hermano secreto. También encuentra el video que su esposa, y se entera que ella le pidió al detective ponerse a sí mismo en peligro para que él fuera a rescatarlo. Sabiendo esto, sale de vuelta al hospital, llegando justo a tiempo para evitar que Culverton acabe con su trabajo.

Igualmente, el magnate dice que no tienen pruebas en su contra. Es cuando Sherlock vuelve a tomar conciencia y revela que tenía un micrófono escondido en el bastón que Watson le trajo.


Pasa el tiempo y las cosas parecen volver a la normalidad. Solo queda el misterio de ¿Quien se hizo pasar por la hija de Smith? Eso lo descubre Watson en su última visita a su terapeuta, cuando ella se anuncia a sí misma como nada más y nada menos que la hermana oculta de Sherlock, Eurus Holmes.

Comentarios