GLOW: Capítulo 1 "Piloto"

Estamos en Los Angeles, años 80, y nos encontramos con Ruth, una joven actriz en una mala racha, no consigue trabajo, ni siquiera para decir una sola línea interpretando a una secretaria. Un día, en medio de la incertidumbre de no saber con qué pagará las cuentas, recibe una llamada para presentarse en un casting en busca de mujeres "no convencionales". Ahí conoce a Sam Sylvia, un viejo director de películas de terror de serie B quien se encuentra a cargo de un proyecto llamado GLOW, abreviatura de Gorgeous Ladies of Wrestling, es decir, Las Hermosas Damas de la Lucha Libre.

Después de una esperada huida de postulantes, Ruth queda seleccionada para volver, aunque sin ganarse del todo la simpatía del director, que no le convence ni su actitud ni su cara. Y por la noche tiene un encuentro sexual con un hombre casado. Más tarde sabremos más de él. A la mañana siguiente llegan las pruebas físicas, un instructor de wrestling les enseña los golpes básicos mientras Sylvia decide quien se queda y quien se va. Ruth tiene que hacer un movimiento arriesgado con una compañera, pero en vez de solo hacerlo, decide crear todo un trasfondo dramático para esa situación, algo que termina por desesperar al director y hace que la elimine. 

Al salir Ruth es asaltada por un grupo de jóvenes pandilleros y en su ayuda acude Debbie, antigua compañera de departamento, mejor y única amiga, y sí... Ruth se acostó con su marido. Pero al llegar a casa decide cambiar su vida de una vez y comienza a ver lucha libre y a estudiar el estilo del más grande, Hulk Hogan. Al día siguiente retorna a las instalaciones de GLOW dispuesta a recobrarlo todo y da inicio a su interpretación.

Pero en medio del show ingresa Debbie, completamente furiosa después de que su esposo le confesara su aventura, sube al ring y somete a Ruth contra las cuerdas. Sylvia entonces tiene una visión, una epifanía, con la canción "Separate Ways" de la banda Journey, y sabe que ha encontrado a su estrella.