Reseña de Make Your Move (2013) con BoA y Derek Hough


Alguna maldición deben tener las películas de baile porque no recuerdo ninguna que en años recientes se haya convertido en un clásico como Dirty Dancing o Footlose, sí ha habido algún éxito taquillero como Step Up, pero fuera de eso, nada especialmente memorable. Por ejemplo, en el año 2013 se estrenó Make Your Move, una producción surcoreana-estadounidense que tenía como principal atractivo el estar protagonizada por Kwon Bo-ah, también conocida como BoA, la reina del kpop (al menos en aquella época). Sin embargo, por razones que pasaré a explicar, el film terminó decepcionando hasta a los propios fans de la cantante, y al día de hoy hay pocos que siquiera recuerdan su existencia.



La historia comienza con Donny (interpretado por el bailarín Derek Hough), el clásico chico bueno de oscuro pasado, quien viaja a Nueva York para trabajar en el club clandestino de su hermano Nick. Pero ojo que aunque sea clandestino, no tiene nada que ver con drogas y prostitutas, es en realidad un club super hipster donde se reúnen todo tipo de presentaciones artísticas. En realidad ni siquiera es tan clandestino porque hasta publicidad en Youtube tiene. Pero bueno, resulta que el tal Nick, aunque le guste mucho el arte, es un gangsta de cuidado y ni bien se entera que Aya (BoA), la hermana de su máximo rival, está en su vecindario practicando con su grupo de baile, va, les rompe la puerta con su camioneta y les roba los tambores. Sí, tambores.


Verás, aunque BoA sea (o fue) la reina del pop coreano, en esta película ella interpreta a una JAPONESA y todo su estilo de baile gira en torno a los tambores japoneses (llamados Taiko). Es decir, si sus fans esperaban verla bailando kpop, se llevaron el chasco de sus vidas. Como sea, Aya busca venganza y esa misma noche acude con sus amigas al club Static para recuperar sus instrumentos, PEEEEEEERO en vez de tomarlos e irse pacíficamente, las chicas se toman el tiempo de hacer una performance ahí mismo en la cara de Nick. Y por si eso no fuera suficiente, Aya se sube a la barra del bar y comienza a bailar... tap. Sí, tap. Y Donny la ve y se sube para retarla en un duelo... de tap. Sí, maldición, ese es otro tema con este film, no sé a quien se le ocurrió la idea pero gran parte de las coreografías son una mezcla de tap con hip hop y simplemente no pega con nada.


Bueno, las cosas van bien entre los dos hasta que al lugar llega el hermano de Aya, Kaz, quien alguna vez fue amigo de Nick, hasta que le robó a uno de sus inversionistas y abrió su propio club, el Oto. Así que ya puedes ver que esto va de Romeo y Julieta con coreanos y tap. Hay un lío entre familias y Donny no quiere ser parte de eso, por lo que busca refugio en una iglesia abandonada y vive de limosnas por los siguientes cuatro días. Lo curioso es que aun así se las arregla para cambiarse de ropa y estar presentable para seguir cortejando a Aya en una serie de escenas supuestamente románticas. Y digo supuestamente porque si bien ambos actores se lucen bailando juntos, cuando se trata de diálogos, es como escuchar al traductor de google, cero vida, cero química, ni rastro de naturalidad. Y en parte también es culpa del guión, lleno de frases que ninguna persona diría en la vida real.


Mencioné a Youtube líneas arriba y créanme que no fue gratuito, la página en serio cumple un papel fundamental en el desarrollo de esta historia. Nick ve que hay un video donde le echan barro al Static para publicitar el Oto y decide contraatacar, otra vez, de la manera más exagerada posible. Arma un tiroteo frente al Oto y lo filma también para decir que su club es un lugar más tranquilo. Una ridiculez que obviamente no podía acabar bien. Donny es atrapado bajo sospecha de estar involucrado en el incidente y su única opción es regresar a su pueblo para que no levanten cargos contra él. PEEEEEEEEEERO, antes de irse, de la nada, en un solo día, y sin tener un centavo en el bolsillo, convierte la iglesia abandonada donde se hospedaba en un super mega club e invita a una productora de shows artísticos para que vea a Aya bailar. Y bueno, ya todos sabemos lo que va a pasar.


Después de otro número de tap urbando con tambores, la productora les ofrece un trabajo a nuestros dos protagonistas, Nick y Kaz se dan cuenta de que su pelea no tenía el menor sentido, y todos viven felices por siempre. Fin. Y es entonces cuando una sensación de "acabo de perder dos horas de mi vida" te embarga por completo.

En resumen, no es que Make Your Move sea un desastre, es que es genérica hasta el hartazgo, con una historia vista mil veces y unas escenas de baile que nunca llegan a resaltar por completo el verdadero talento de sus interpretes. Para los fans del kpop, supongo que estará bien, como una curiosidad, pues en la banda sonora también participan varios artistas surcoreanos y por ahí hay un cameo de Yunho, integrante de TVXQ. Aquí la escena.


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