13 Reasons Why, Temporada 2, Capítulo 1: La primera polaroid



Llegamos a la segunda temporada de Por 13 Razones, han pasado cinco meses desde la muerte de Hannah y Clay trata de olvidar el pasado con su nueva novia, Skye (la chica con tatuajes que atendía la cafetería en la temporada pasada), a quien tiene que ayudar con su manía de hacerse cortes en la piel. Pero una vez más todo vuelve a alterarse en su vida cuando se entera que la madre de Hannah iniciará un juicio contra la escuela Y NO SE USARÁN LAS CINTAS que grabó su hija como prueba ni lo llamarán a él para declarar contra Bryce.

Lo que ocurre es que el abogado de la señora Baker quiere, primero que nada, demostrar que en Liberty High el acoso era algo normal y que los profesores hacían oídos sordos al respecto. Es por eso que el primero en ser llamado a declarar es Tyler Down, el fotógrafo pervertido. En su testimonio, Tyler recuerda cuando conoció a Hannah y cuando muy amablemente ella aceptó ser parte de una sesión de fotos. Pero también suelta algo que definitivamente no la beneficia en nada: Un día, poco después de que comenzara el problema con Justin (visto en el capítulo 1 de la primera temporada), Tyler fue a visitarla a su casa y a través de la ventana vio a la chica tomándose fotos mostrando el escote. Esto es usado por la defensa del colegio para hacer quedar a Hannah como alguien a quien le gustaba exhibirse y llamar la atención y que por eso ella era la principal culpable de todo lo que le pasó.


Mientras tanto, Alex todavía se está recuperando de su intento de suicidio, necesita un bastón para caminar y no recuerda nada de lo que pasó antes de que se diera el disparo en la cabeza, pero aun así insiste en acompañar a Jessica en su difícil retorno a clases. Como recordarán, Jess fue abusada por Bryce mientras estaba inconsciente en una noche de fiesta, y aunque ella lo sabe, y todos a su alrededor lo saben, nunca se entabló una denuncia formal, por lo que su violador sigue feliz y contento mientras a ella la siguen todo tipo de rumores y miradas acusadoras.

Para terminar, la mente de Clay vuelve una vez más a estar en crisis y comienza a ver a su amiga muerta por todos lados, y lo que es peor, a hablar con ella. Para más estrés, encuentra en su casillero una foto polaroid donde se puede ver a una chica en una fiesta y atrás la frase "Hannah no fue la única".

SIGUIENTECapítulo 2: Dos chicas y un beso

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