Ocho meses después de caer del segundo piso de un hospital, Lidia despierta junto a su hija Eva y se prepara para su boda con Carlos, un día lleno de sorpresas, algunas muy agradables, otras demasiado trágicas. Primero aparece Ángeles, quien todavía sigue siendo buscada por la policía, pero no por eso va a perderse una celebración tan importante. Luego en la iglesia nos enteramos que Marga ya lleva tiempo casada con Pablo, pero que ahora tendrá que soportar al hermano gemelo de su esposo, Julio, quien es un mujeriego sin mucho interés en trabajar. Otra aparición sorpresa es la del padre de Carlota, quien aprovecha el momento para pedirle perdón a su hija y a Sara (¿Cómo cambió así de un momento a otro? Ni idea). Y para terminar de armar la fiesta, llega Doña Carmen, Elisa y Uribe, sin que nadie los haya invitado. Carlos les dice que al menos se sienten al fondo para que a su futura esposa no le agarre un disgusto. Llega Francisco para entregar a la novia y da inicio a la ceremonia.
Mientras los novios van recitando sus votos, Eva comienza a llorar y Marga la lleva a dar un paseo. Quien también abandona la ceremonia es Francisco, que sale un rato a fumar y en eso ve que parte de la iglesia está ardiendo. Vuelve a ingresar para advertirles a todos, pero ya es demasiado tarde, el fuego se expande, la gente huye como puede, y en medio del caos Marga vuelve a aparecer, visiblemente confundida, no tiene al bebé ni sabe donde está. Ya en el hospital, Lidia se entera de que el incendio comenzó en la sacristía y entonces recuerda que vio a Doña Carmen y a Uribe saliendo de ahí, y que curiosamente Elisa también se encuentra desaparecida, por lo que sospecha de un plan para robarle a su pequeña. Ella busca a su casi suegra para exigirle explicaciones, pero Carlos no la deja acercarse a su madre. Sintiéndose muy decepcionada, Lidia decide alejarse de él y buscar a Eva con la ayuda de sus amigas.
Pero sus amigas también tienen sus propios problemas. Ángeles despierta esposada a la camilla y se reencuentra con el Inspector Cuevas, quien le ofrece dejarla en libertad si a cambio le ayuda a capturar a un contrabandista. Por su lado, Marga se siente muy agradecida con Julio por haber salvado a su esposo y le promete conseguirle un trabajo en la compañía telefónica, sin embargo, la alegría se termina cuando el médico les informa que Pablo tiene una pierna afectada y que podría quedar rengo para toda la vida. A quien le va mejor es a Carlota, pues la tristeza de haber perdido a su padre en el incendio se apacigua al enterarse de que ahora es la heredera de una millonaria fortuna. ¿Qué planeará hacer con el dinero?
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