Reseña de El Caballero de la Navidad (2019) [Días de Netflix]


Mira, yo no sé qué ha pasado con la carrera de Vanessa Hudgens, pero últimamente se ha convertido en la reina de las comedias románticas navideñas de Netflix. El año pasado la vimos en Intercambio de Princesas y ahora la tenemos en El Caballero de la Navidad, ambas producciones hechas bajo la ley del mínimo esfuerzo, tomando una historia ya vista mil veces (la plebeya que se hace pasar por princesa, el caballero que es transportado a tiempos modernos...) y envolviéndola en un contexto navideño que se siente super forzado y que bien podría haberse omitido del todo.



A ver... ¿Cómo explicar esta historia? Resulta que la esposa de Papa Noel, la Mamá Noela, tiene poderes nunca antes vistos y es capaz de viajar en el tiempo, cambiar de rostro a conveniencia y cumplir toda clase de deseos, aunque eso implique secuestrar gente; así que cuando una niña le pide un novio para su tía, pues no se le ocurre mejor idea que teletransportarse a la Inglaterra del siglo XIV y enviar a un caballero medieval a los tiempos modernos, sin explicarle muy bien por qué o para qué.

Así pues, el caballero llega al pueblo de Vanessa Hudgens, ella lo atropella y como compensación se lo lleva a vivir a su casa, aunque ella vive sola y él es un perfecto desconocido sin ningún documento de identidad y con una visible tendencia a resolver todo a golpe de espada. Entonces... Nada. Pues nada. El caballero literalmente no sabe qué hacer, así que no hace nada. Y durante una hora solo tenemos una serie de chistes sobre lo difícil que es para él adaptarse al mundo moderno.

Llega la última media hora de película y al fin comienzan a ocurrir cosas que le dan al caballero la oportunidad de demostrar que sirve para algo. Una niña se pierde y él usa su experiencia en el bosque para ubicarla, a una anciana le roban la cartera y él sale en busca del delincuente... Y así, una serie de acontecimientos que no aportan mucho a la trama realmente, pero que al menos hacen que la película vaya tomando ritmo.

Y ya en el final, pues pasa lo que tiene que pasar, Vanessa y el caballero se besan y eso por alguna razón abre un portal en el tiempo que lleva al muchacho de regreso al pasado. Y en serio no tiene mucho sentido: si Mamá Noela quería que ambos se enamoren, ¿Por qué hace que se separen cuando ya lo había conseguido? ¿Solo para que el caballero reafirme que está enamorado pidiéndole que lo regrese al presente? Pues sí, eso es lo que pasa.

Vanessa y el caballero se reencuentran, ambos montan a caballo y cabalgan hacia el horizonte. Fin.

¿Qué hemos aprendido de esto? Lo curioso con El Caballero de la Navidad es que sí guarda un mensaje muy interesante, pero que lamentablemente pasa desapercibido en medio de tanta navidad. Al principio de la película, una de las estudiantes de Vannessa (porque es maestra, aunque solo la vemos una vez en clases) le dice que ha roto con su novio y ella le aconseja que se concentre en sus estudios porque el amor de los cuentos de hada no existe, lo cual, visto de manera fría y cruelmente realista, pues es verdad. Claro que luego se enamora y cambia de forma de pensar: se vuelve a encontrar a su estudiante y le dice que el amor verdadero existe pero es muy escaso y que no cierre su corazón si logra hallar a alguien especial, lo cual... pues también es un buen consejo y da para el debate. Pero como digo, la película apenas desarrolla esa idea.

Como nota final, debo decir que El Caballero de la Navidad es mil veces mejor que Intercambio de Princesas. Y bueno, eso es todo por hoy. Nos vemos O_O/


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