Reseña de ERREWAY: 4 Caminos (2004)

Y ya que Rebelde Way llegó a Netflix creo que es un buen momento para comentar Erreway 4 Caminos, una película que puede considerarse como un "final alternativo" de dicha telenovela, con los mismos personajes, pero sin hacer nunca referencia a lo ocurrido en la Elite Way School. Una cosa rara. La cuestión es que tenemos a Marizza, Manuel, Pablo y Mia embarcándose en una gira por el interior de Argentina en busca de alcanzar la fama con su banda Erreway.

La película empieza con CUARENTA MINUTOS DE PURO RELLENO. Y no estoy exagerando, nada de lo que ocurre durante ese tiempo tiene relevancia alguna para la trama: La casa rodante que transporta al grupo se malogra, ellos se quedan varados, se ponen a tontear haciendo hora, el vehículo regresa reparado, y listo, siguen. Por ahí también nos informan que Benito, el manager del grupo, le está dando parte de las ganancias a un mafioso, pero lo mismo, esa es una subtrama que no llevará a ningún lado.

Y hablando de subtramas que solo sirven para perder el tiempo, aquí Marizza y Pablo no son pareja, y al parecer nunca lo fueron, así que una vez más regresan a la misma dinámica de amor-odio que tenían en la novela.

Lo único verdaderamente relevante en esta película ocurre a la mitad, cuando Mia descubre que está embarazada y entre todos comienzan una discusión sobre si debería tener un bebé justo cuando su carrera está en ascenso. Mia decide que sí e inmediatamente pasamos a una escena donde ella da a luz. Así de pronto, ni siquiera se toman la molestia de hacer una escena de transición con Mia pasando por las distintas etapas del embarazo.

Nueve meses pasan en un segundo y los chicos siguen de gira en el mismo sitio (que se supone que esto es una "road movie" pero en verdad parece que lo filmaron todo en el mismo pueblito), hasta que al fin se cansan y deciden ir a tocar a un festival en Brasil. Solo hay un pequeño problema: Mia se está muriendo ¿De qué? Ni idea, nunca lo mencionan, solo vemos a Mia toser y minutos después ya tiene un análisis médico que dice que se va a morir.

Pero ella no quiere estar en un hospital esperando el fin de sus días e insiste en viajar. Solo hay otro pequeño problemita: No tienen plata para los pasajes. Es entonces cuando Benito (el único personaje que evoluciona en esta película) se compadece de los muchachos y decide venderle su guitarra de colección al mafioso antes mencionado para comprar los pasajes de avión. ¿Documentos? ¿Pasaportes? Nada, Benito llega con los pasajes y dice que mañana mismo salen.

Solo hay otro pequeño problemita: Pablo había guardado todos los ahorros de la banda en esa guitarra. Y eso nos lleva al enfrentamiento final, una escena de quince minutos que es... una vez más... PURO RELLENO. Los chicos se infiltran en la casa del mafioso, viven algunos momentos de tensión, toman la guitarra, y salen corriendo de ahí victoriosos... PERO NADA DE ESO VA A IMPORTAR porque la casa rodante vuelve a malograrse y el grupo igual sigue sin ir a Brasil.

Y ahí acaba la historia de Erreway. Sí, así termina.

Hacemos un salto en el tiempo y nos encontramos con la hija de Mia ya crecida, siendo cantante y contando la historia de su madre. Fin.

En resumen, ERREWAY: 4 Caminos es una película que se nota hecha de forma super apresurada y bajo la ley del mínimo esfuerzo. El guión hace agua por todos lados, está lleno de escenas que no tienen ningún sentido, y su único punto dramático, la muerte de Mia, se siente como un recurso facilista para causar la lágrima del público. La verdad, solo recomendada para fans (pero muy muy fans) de Erreway.