Las Chicas del Cable, Capítulo 30: La duda [Resumen]


Ok, Francisco despierta en el hospital sin poder recordar nada de lo ocurrido en los últimos años, solo tiene la imagen de una joven llamada Alba dándole vueltas en la cabeza. Y como Doña Carmen quiere ganarse su confianza, pues lo lleva a un restaurante donde le dice que la chica de sus recuerdos lo está esperando. Peeeeeeero todo resulta ser una farsa, y la señorita que ahí espera es solo una imitadora. Francisco lo descubre luego de una conversación con ella y molesto sale a caminar por la calle sin rumbo, hasta que de pura casualidad se encuentra con el edifico de la compañía telefónica y decide entrar. Ahí varios de los empleados lo saludan, le felicitan por su recuperación, y lo que es más importante, encuentra un cuadro de Lidia colgado en la pared.

Mientras tanto, Doña Carmen va a visitar a Carlos y le pide ver de nuevo a su nieta. A cambio, le ofrece mantener a Francisco alejado de Lidia cuanto sea posible. ¿Pero a qué viene esa obsesión por estar cerca de la pequeña Eva? Doña Carmen le dice a sus hijos que es porque tiene una enfermedad terminal y quiere pasar sus últimos días junto a alguien que no la juzgue. Peeeeeeeero en verdad se trata de algo mucho más siniestro: Necesita a Eva para someterse a una operación que tal vez le salve la vida.

Sin conocer de los oscuros planes de su madre y temiendo que Lidia se aleje de él si vuelve a ver a Francisco, Carlos acepta el trato.


Por otro lado, Lidia y Marga al fin se dan cuenta de que Carlota está desaparecida. Ingresan a su habitación y en el piso encuentran un gemelo (de esos accesorios que se usan en el puño de la camisa) con las iniciales "G.D.". Le preguntan a la esposa de Gregorio Díaz si sabe algo al respecto y ella les dice que sí, que ese es uno de los gemelos de su esposo fallecido, pero que ella se los regaló a Sergio poco después del entierro. Es entonces cuando todo encaja.

Sergio lleva a Carlota a su guarida y trata de convencerla para que escriba una carta diciendo que se va de vacaciones a Argentina, obviamente, para poder matarla y que nadie la busque. Mientras tanto, le cuenta las razones por las que se convirtió en un homicida: Resulta que Sergio es en realidad el hijo de Gregorio Díaz, pero su padre nunca lo reconoció y lo abandonó, obligándolo a vivir en la pobreza durante años. Y aquel fatídico día en el hotel, poco después de que Carlota cayera dormida por las drogas, Sergio ingresó a la habitación y al fin pudo decirle a Gregorio quien era en verdad, antes de apuñalarlo.


Aprovechando su distracción, Carlota logra desprenderse de sus ataduras y desmayar a Sergio de un golpe. Llama al Capitán Cuevas pero su captor despierta otra vez e interrumpe la comunicación. No importa, la policía sabe de donde provino la llamada y están en camino. Sergio no sabe qué hacer, ya no tiene ningún plan, nada le ha salido bien, y sin más salida, se dispara a sí mismo en la cabeza.

El asesino ha muerto, pero esto no cambia las cosas para Oscar, cuya sentencia de muerte sigue inamovible. Las chicas del cable se preparan para un nueva plan de escape, ahora con el apoyo de Cuevas.

Lidia llega a casa luego de un día intenso y se encuentra con... Francisco.

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