Ok, The Big Show Show es una comedia familiar de Netflix que tiene como principal característica el estar protagonizada por el luchador Paul "The Big Show" Wright, por lo que hay muchas referencias a la WWE y apariciones especiales de otros luchadores. Fuera de eso, la serie parece una sitcom de los años noventa, super super genérica y con los mismos temas de siempre: el papá que se pone celoso porque su hija adolescente tiene una cita, las hermanas que se pelean porque no quieren compartir habitación, la mamá estricta que quiere ser cool para impresionar a su hijastra... Y a pesar de eso, o quizás por eso, es una serie bastante pasable.
Creo que uno de sus principales aciertos es que no todo gira en torno a Big Show. De hecho, en la mayoría de episodios, las historias giran en torno a otros personajes y él está ahí más que nada para apoyar (y para que le hagan bromas sobre lo alto que es). Esto quizás pueda decepcionar a algunos de sus fans, pero permite que los demás personajes se desarrollen, crezcan y lleguen a ser entrañables.
Además, el hecho de que Big Show casi nunca esté solo en ninguna escena ayuda a disimular que no es precisamente el actor más versátil del mundo.
Un detalle que me encantó: En la cocina de la casa hay una pizarra donde están escritas las cosas que cada miembro de la familia tiene que hacer a lo largo del día: ir al gimnasio, sacar la basura... A veces se escriben cosas tan locas como "Dominar el mundo". Es una pizarra que nunca se menciona y que apenas se ve de fondo a lo largo de la serie, y sin embargo va cambiando de contenido capítulo a capítulo. Es un detalle casi imperceptible, pero lleno de amor. Puntos para los encargados del escenario.
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Por otro lado, esta semana también terminé de ver Age of Rebellion, una serie que me ha dejado con sentimientos encontrados. Verás, la historia comienza con muchacho muy tímido llamado Ou, al que le hacen bullying en la escuela y que descarga su frustración en la red, chateando con otros chicos con problemas en un foro que él maneja. Así es como un día, sin querer, o tal vez queriendo sin querer, sus palabras impulsan a una joven depresiva a tomar su vida. Esto hace que una policía se ponga a investigar el caso y se infiltre en la escuela disfrazada de maestra. Hasta aquí ya hay suficiente drama para toda una serie, pero no, todavía hay más, mucho más. Resulta que el papá de Ou murió a manos de la mafia porque escondía un video donde los incriminaba, pero no conformes con eso, los mafiosos envían a un matón disfrazado de profesor a la escuela para que mantenga vigilado al muchacho, a ver si él también conoce lo del video. Y luego resulta que el matón infiltrado y la policía infiltrada se enamoran. Pero luego resulta que la mamá de Ou también se enamora del matón. Y luego resulta que el chico que le hace bullying a Ou también pertenece a la mafia. Y luego resulta que la escuela misma también le pertenece a la mafia. Y así y así cada capítulo la historia va sumando más y más subtramas, más y más personajes y esto se hace un lío.
Y es que Age of Rebellion tiene un terrible problema a nivel narrativo, no sabe distribuir el tiempo entre sus tramas y personajes. Hay episodios donde Ou y sus amigos, que se supone son los protagonistas, solo aparecen quince minutos, y el resto del tiempo se va en explorar la vida del profe matón en la mafia. Hay personajes que al principio son importantes, pero luego desaparecen y ya no volvemos a saber de ellos hasta el final. Basta decir que los últimos episodios giran en torno al secuestro de un estudiante que yo no recordaba para nada. Decía ¿Quien es ese chico? ¿Por qué todos parecen conocerlo de años? Y es que el muchacho se había pasado media serie fuera de cámara y no fue hasta que pusieron un flashback de los primeros episodios que recién lo recordé.
Pero sin duda lo que más me dificultó terminar de ver esta serie fue el hecho de que toda la subtrama de la mafia me pareció simplemente aburridísima, innecesaria y full relleno. Y lo peor es que es la subtrama a la que más tiempo se le da. Me hubiera gustado que la serie se centrara plenamente en los estudiantes, en la madurez de Ou, en su amistad con Feng, en el camino que llevó a K a darse cuenta de que la violencia y la vida de matón no llevan a nada.
Pero no. Mafia y más mafia.
Y así pues, otra serie que pudo ser mejor.
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