Inicia la segunda temporada de Umbrella Academy y nos encontramos con que Número Cinco logró enviar exitosamente a sus hermanos a un lugar seguro en el pasado. Todos aterrizan en un callejón de Dallas en los años 60, el único problema es que cada quien llega por su lado, con varios meses, incluso años, de diferencia del resto. Y como Cinco es precisamente el último en llegar, todos los demás no saben qué hacer y buscan la forma de ganarse la vida y adaptarse a la situación. Klaus usó su conexión con el más allá para formar una secta, Número Uno se volvió el guardaespaldas de un mafioso, Allison se casó, Diego intentó seguir con su labor justiciera pero lo mandaron a un manicomio, a Vanya la atropella un auto ni bien sale del callejón... Y cuando Cinco al fin aterriza, el 25 de noviembre de 1963, es el fin del mundo. Otra vez.
Sale del callejón y se encuentra a sus hermanos enfrentando a una tropa de soldados rusos mientras bombas nucleares surcan el cielo. Intenta hablar con ellos, pero es entonces cuando un viejo conocido, Hazel, lo detiene y lo lleva diez días atrás para explicarle esta locura.
Resulta que a Hazel le quedaba un último maletín del tiempo y lo usó para viajar al pasado con Agnes poco antes de que el planeta estallara. Juntos vivieron veinte años de felicidad, hasta que a ella le diagnosticaron cáncer terminal y como un último favor le pidió a él que... Nunca llegamos a saber qué le pidió exactamente, porque en ese momento llegan los nuevos villanos de la serie, los suecos. Sí, literalmente se llaman así: Los Suecos. Hazel los ve y sabe que su tiempo ha llegado, le entrega a Cinco una cinta de video, le pide que corra y muere abatido por las balas de los villanos.
Cinco se teletransporta y regresa al callejón donde todo empezó, en busca de nuevas pistas para encontrar a sus hermanos. Ahí ve un edificio cercano con el techo lleno de antenas y todo tipo de detectores. Ingresa al lugar y se encuentra con Elliot, un loquito de las conspiraciones que durante años ha registrado la llegada de los hermanos Hargreeves creyendo que se trataría de una invasión extraterrestre. Cinco se aprovecha de su inocencia y le dice que sí, son todos extraterrestres perdidos en la Tierra y necesita su ayuda para encontrarlos.
Elliot entonces le muestra un recorte de periódico donde aparece una foto de Diego arrestado y mandado al manicomio por intentar atacar a Lee Harvey Oswald, el futuro asesino del Presidente Kennedy. Cinco va a visitarlo y trata de explicarle lo del nuevo Apocalipsis, pero como Diego es terríblemente terco e insiste en ir a salvar a Kennedy, prefiere dejarlo ahí un tiempo más hasta que se calme.
Llega la noche y los suecos se aparecen en el sanatorio, echando tiros a diestra y siniestra. Afortunadamente, Diego se las arregla para escapar, llevándose también a Lila, una amiga que hizo en el lugar y cuya estabilidad mental es más dudosa que la de él.
Mientras tanto, Cinco va a un club nocturno y se encuentra al fin con Luther, quien se comporta totalmente apático y dice no querer saber nada del supuesto fin del mundo.
¿Qué le pasó al líder y optimista Número Uno? Lo sabremos en el siguiente episodio.
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