Llegamos al segundo episodio de esta serie y hoy nos toca seguir a los detectives Bascombe y Frank, encargados del caso de Katie, quienes están completamente convencidos de que Jamie fue el causante de su muerte, pero aun así les faltan piezas para terminar de armar el rompecabezas: ¿Dónde está el arma h0micida? ¿Qué llevó al muchacho a cometer tal crimen?
Con estas interrogantes en la cabeza, llegan a la escuela de Katie y Jamie y se encuentran un ambiente de lo más hostil. Los niños son groseros, no respetan a sus maestros y ni siquiera a ellos que son policías. Más parece una cárcel que una institución educativa. Pero bueno... Primero van a hablar con Jade, la mejor amiga de Katie, y nada, ella se cierra, los insulta y se larga.
Los detectives continúan yendo de salón en salón diciéndoles a los estudiantes que si tienen alguna información sobre el caso, pueden hablar con sus profesores y bla bla bla... Nadie los toma en serio. Y están en eso cuando de pronto suena la alarma contra incendios. Los niños salen de las aulas y son enviados al patio como medida de precaución. Es ahí donde ocurre algo extraño: Jade se dirige hacia un muchacho llamado Ryan y entre golpes comienza a acusarlo de haber matado a Katie.
Bascombe ve lo ocurrido y decide ir a hablar con Ryan a la enfermería para hacerle unas preguntas. Pero más de lo mismo: el muchacho se cierra, dice que no sabe nada de nadie y se va. Es entonces cuando aparece Adam, el hijo de Bascombe, quien también estudia ahí, y como ya está cansado de ver a su padre yendo de salón en salón sin que nadie le haga caso, pues decide echarle una mano. Le cuenta que Katie y Jamie en realidad no eran amigos ni novios ni nada similar, ella le enviaba mensajes por Instagram para burlarse de él y llamarlo "incel".
¿Entonces ese fue el motivo? ¿El chico se cansó de las burlas y se vengó? Todavía sin saber qué pensar, Bascombe se reúne con Frank en el patio de la escuela y ella le comenta que en realidad nunca van a llegar a saber del todo qué fue lo que pasó, y ni lo necesitan, porque ya tienen pruebas suficientes contra Jamie.
Pero Bascombe insiste en llegar a fondo con la verdad y regresa al interior de la escuela para buscar a Ryan y hacerle más preguntas. El muchacho lo mira y salta por la ventana, iniciando así una persecución que los lleva a ambos a cruzar la calle y... No mucho más. Bascombe lo atrapa en un callejón sin salida y poniéndolo contra la pared le ordena responder "¿Le ayudaste a conseguir ese cuchillo?". Ryan responde que el cuchillo era suyo, pero que no sabía que Jamie lo iba a usar de esa manera.
El muchacho es enviado a la comisaria y Bascombe le pide a su compañera que acuse formalmente a Jamie de una vez, que no hacen falta más pruebas.
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