Million Yen Women [Capítulo 2: Valores]

Shin acude a la cárcel a visitar a su padre y tiene que escuchar de su propia boca que no se siente en nada arrepentido de haber matado a su madre, de lo único que se siente mal es de haber acabado con aquel policía que trató de detenerlo. Todavía con esto en la mente, nuestro protagonista acude a la casa de la señora Mizuguchi, la madre del policía afectado, y con quien mantiene una cordial amistad, a pesar de la tragedia que les une.

Más tarde, de vuelta a casa, Nanaka, la huésped más alegre de la casa, le lee consternada los malos comentarios que un crítico escribió respecto a su labor como novelista. Más deprimido que nunca, Shin se esconde en su habitación, intentando escribir sin resultado alguno, hasta que Minami lo encuentra y decide llevarlo consigo a su trabajo, advirtiéndole que si se lo cuenta a alguien, morirá.

Minami resulta ser una proxeneta, pero una de alta categoría, cuya cartera de chicas está conformada por modelos y cantantes cuyo costo por noche puede ascender de los 10 millones de yenes. Después de revelarle esto en su oficina, se quita la ropa y seduce a Shin para "probar su valor". Nuestro protagonista trata de contenerse lo más que puede, pero la tentación es demasiado fuerte.