Hace días que Mary está postrada en la cama con fiebre, náuseas y un extraño sarpullido. Cuesta encontrar un médico que quiera atenderla, y cuando al fin lo hallan, el diagnóstico no es nada alentador. Tiene septicemia, solo le queda una semana de vida, tal vez dos. Gilbert es el encargado de decírselo y no puede evitar quebrarse y llorar junto a ella.
Después de eso, va a casa de los Cuthbert a contarles la triste noticia y al volver se queda un rato caminando con Anne, a quien le confiesa que no cree que pueda seguir estudiando medicina, pues no pudo mantener la cabeza fría al explicarle su diagnóstico a Mary. Entonces Anne lo detiene y le dice "Ojalá nunca tengas que hacer eso otra vez, pero dudo que puedas evitarlo, la gente vendrá a ti y traerán a sus hijos y a sus seres queridos para ver a un médico que se preocupe tanto como ellos, serás un doctor maravilloso, que te importe tanto siempre será lo correcto".
Por otro lado, la señora Rachel se entera de que la Iglesia abrirá una "escuela" dedicada a "educar" a la población indígena y les pasa la voz a los padres de Ka'kwet, quienes de buena fe terminan aceptando inscribir a su hija.
De regreso con Mary, por consejo de Anne, ella le escribe una carta a Deli para que la lea cuando sea grande y sepa cuanto la amó su mamá. También escribe una para Elijah, pero el idiota se esconde creyendo que Gilbert lo anda buscando para meterlo a la cárcel por robar las cosas de su padre.
Llega la Pascua y todos los seres queridos de Mary (menos el idiota de Elijah) se reúnen en el hermoso jardín de la familia Barry para rodearla de amor, abrazos, regalos y mucha comida. Ellos le cantan "It Is Well With My Soul" a viva voz. Ella les lee la Oración de san Francisco de Asís: "Señor, hazme un instrumento de tu paz. Donde haya odio, déjame sembrar amor".
Uno a uno se van uniendo a la oración.
Mary mira al cielo.
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