Golpe a Golpe, la serie olvidada


Después de tres temporadas exitosas de La Gran Sangre, Aldo Miyashiro decidió probar algo nuevo, una historia de boxeo, en la que dos luchadores, uno entrenado a la mala en los barrios bajos de Lima y otro con todas las comodidades que le dio el ser de clase alta, debían dejar sus rivalidades de lado para hacerle frente a sus problemas personales y al mundo de las peleas clandestinas en el que se ven involucrados en contra de su voluntad.

Una idea muy prometedora que terminó convirtiéndose en el primer gran fracaso televisivo de Miyashiro. Ni la aparición de La Gran Sangre en el primer episodio la salvó de la indiferencia del público.



¿Razones? Varias. Para empezar, uno de los protagonistas, Rodrigo Jorquera, era un luchador de verdad, campeón nacional de muay thai, que si bien podía con cualquier escena dentro de un ring, actoralmente era un desastre, incapaz de mostrar alguna expresión facial o de siquiera vocalizar bien. Y bueno hubiera sido que no tuviera escenas dramáticas, que el director fuese lo suficientemente inteligente como para no dejarlo hablar mucho, pero resulta que Golpe a Golpe en realidad no tenía muchos golpes. Después del primer episodio, donde veíamos una genial pelea con Haysen Percovich, la serie se convertía en una extraña telenovela en la que nuestros dos protagonistas se enfrentaban por el amor de una mujer, mientras se iban intercalando otras historias que nada tenían que ver con la principal, como la de un grupo de travestis que quería hacer una obra de teatro y la nueva vida de El Nene (sí, ese insoportable personaje de Misterio que luego reviviría para ser todavía más insoportable en Chico de mi Barrio), y las escenas de acción eran dejadas completamente de lado.

Era como si después del planteamiento inicial, ya no supieran qué más hacer con los personajes, salvo meter relleno.

Golpe a Golpe nunca pasó de los cuatro puntos de rating. No estoy muy seguro de si tuvo un final o lo cortaron en seco. No hay mucha información al respecto. Tampoco hubo algún aficionado que grabara un episodio completo, y al parecer en Frecuencia Latina nunca la han vuelto a dar. Y así es como fue olvidada. Pero lo que nunca olvidaré es su tema principal, de ahí saqué el título de este blog:




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