Ok, como Marty está muy ocupado vigilando que los mexicanos y los Snell no se maten antes de terminar su primer pase de droga, le pide a Ruth que vaya por un barco y lo lleve río arriba hasta donde van a instalar el casino. El problema es que el único barco que Marty pudo conseguir resulta ser una chatarra que ni siquiera tiene motor. No sabiendo a quien más acudir, Ruth llama a su padre, Cade, para que le ayude con el trabajo. Ella está feliz de poder contar de nuevo con su viejo y ya se imagina comprando una casa grande para vivir todos juntos ahí. Peeeeeeeeeeeeero... El tipo está completamente loco. Después de dejar el barco, pasan por una cafetería y Cade decide asaltar el lugar y llevarse la caja registradora. Cuando Ruth le pregunta por qué hizo algo tan estúpido habiendo salido de la cárcel hace unos días, él la toma de la cabeza violentamente y le recuerda el plan original: van a robarle a Marty Byrde.
Llega el día de la votación y el senador incorruptible no se presenta. Wilkes le dice a Wendy que nunca quiso ofenderla y que va a seguir dándole su apoyo sincero.
Mientras tanto, Marty tiene que lidiar con un nuevo mafioso, Frank Cosgrove, quien es dueño de un casino y no quiere tener que competir con otro. Para su fortuna, Buddy resulta ser un viejo amigo de Cosgrove, así que logra hacer que ambos se reúnan y lleguen a un acuerdo.
Y para terminar tenemos el regreso de dos personajes de la temporada pasada. Rachel Garrison, la antigua dueña del Blue Cat, termina en la cárcel por conducir drogada y provocar un accidente. Es entonces cuando recibe la visita del Detective Petty, quien la amenaza con dejarla encerrada ahí por siempre si no consigue información importante sobre los negocios sucios de Marty Byrde.
Siguiente episodio: La Maldición Langmore
¿Para cuando el resumen del resto de capítulos?
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