Resumen de OZARK T2E05: Día D

Ha llegado el día más temido, el FBI ingresa a la casa de los Bryde y comienzan a registrar todo. Mientras, el agente Petty aprovecha para poner todas las cartas sobre la mesa y pedirle a Marty que se rinda, que se convierta en informante del FBI antes de que la gente del Cartel de Navarro venga y acaben con él y con toda su familia. Pero es demasiado tarde, la abogada del cartel, Helen Pierce, se hace presente para interrumpir el interrogatorio y llevarse a Marty a dar un paseo.

Después de una tensa conversación en el bosque, Marty y la abogada acuden con los Snell para pedirles de buena manera que destruyan todos los cultivos de amapola antes de que FBI vaya a visitarlos también, pero ellos se niegan rotundamente a quemar sus campos si el Cartel no les paga primero. Y las negociaciones se estancan ahí.

Buddy, quien milagrosamente sigue vivo, se entera de los problemas por los que están atravesando los Bryde y le dice a Wendy que Marty es un buen hombre, pero que analiza demasiado las cosas cuando a veces hay que ir directo a la acción. "Alguien tiene que hacerlo". Wendy entonces va a visitar a la señora Snell y la mantiene distraída mientras Buddy incendia sus amapolas.

Mientras tanto, el agente Petty se presenta también ante Ruth para pedirle que se le una antes de que sea demasiado tarde. Pierce se entera de esto y le pregunta a Marty si la chica es de su entera confianza. Él duda por un momento y la abogada del cartel decide ir con sus matones a la casa de Ruth para hacerle unas preguntas.

La torturan. Le ponen un trapo en la cara y le van echando agua mientras le preguntan si traicionó al cartel, si tomó dinero que no era suyo... Y a Marty no le queda más que agachar la cabeza y mirar el suelo.

Al terminar el interrogatorio, Ruth sale tambaleándose y llorando. Su padre la sostiene. Y Marty la mira de lejos sin poder decir nada.